Es bien sabido que las madres hacen todo lo posible para que sus hijos estén bien o se la pasen de la mejor manera, y una mexicana, aún más.
Ejemplo de ellos es Silvia Mercado, una de las últimas integrantes de la comunidad mexicana en llegar a Rumania, quien pintó un mundo color de rosa para su bebé mientras escapaba de la guerra en Ucrania.
Cuando empezó la guerra hace poco más de dos semanas, ella y su marido tuvieron que improvisar pequeñas barricadas y tapar las ventanas que dejaban las habitaciones completamente a oscuras.
Su nombre se hizo conocido en México después de grabar un video el pasado 26 de febrero que erizaba la piel, en el que pedía ayuda de forma desesperada.
Canciones infantiles suenan para tratar de distraer a su hija. “Cabeza, hombros, rodillas y pies”, canta la madre para que ella se ría, para que ambas se olviden un poco de las bombas que suenan a su alrededor.