Ya estamos en Diciembre, y pareciera que la vida de todo mundo se acelera para recibir el año nuevo. Imagínense toda la lista de pendientes: los últimos exámenes, el baile de la primaria, el árbol de Navidad, las fechas para a las reuniones familiares y comprar los ingredientes para el ponche y los romeritos. Y ni se diga de los regalos que tenemos que comprar con anticipación, para los niños y para los intercambios navideños. Pero eso sí, como buenos mexicanos, las tradiciones para despedir el año se mantienen a toda costa. Aquí te compartimos las cuatro tradiciones más mexicanas que solemos hacer en fin de año.
Borreguitos para el fin de año
Y para la buena economía, si queremos manifestar una billetera llena, quién no ha visto los borreguitos de la abundancia, esos pequeños animalitos de lana. Y claro, acá en México, otra manera de nombrar al dinero es llamándole “lana”, y acostumbramos ponerlos justo detrás de la puerta. Sus orígenes son imprecisos: algunos los retoman de los Alpes suizos, otros de la Biblia, ya que si alguien poseía mucho ganado se le consideraba con riqueza. De cualquier manera, que alguien te regale un borreguito surtirá el efecto deseado sobre nuestro dinero.
Un deseo por cada campanada
Una de las escenas mexicanas más típicas: es la noche del 31 de Diciembre y la familia esá reunida, cada uno con las uvas en la copa, y la televisión encendida con la cuenta regresiva de los últimos segundos. Sabemos, de antemano, que esta costumbre se remonta desde el año 1909 en España, con una buena cosecha de uvas incluidas en las cenas de la clase burguesa. Pero ya desde 1882 los periódicos hablan de cierto festejo con uvas en la Puerta del Sol a la medianoche. Y de este lado, los mexicanos, solemos anotar nuestros doce deseos para cada uva. Sin embargo, comemos doce uvas en los últimos segundos del año sin morir en el intento, rápidamente y sin temor a atragantarnos.
La ropa interior para atraer la buena suerte
Puede ser superstición o quizás desesperación, pero los mexicanos lo hacemos por si acaso, es aquí donde decimos “chicle y pega”. Y ya hasta tenemos un color específico para cada deseo o necesidad que tengamos para el siguiente año. Por ejemplo, los calzones amarillos si buscamos más dinero, o bien, el color rojo en la ropa interior si queremos manifestar al amor de nuestra vida. Entonces, que no te extrañen los remates en la ropa íntima o en los maniquíes en la calle.
Barrer la casa para recibir el año nuevo
Y es que estas tradiciones mexicanas se han pasado de generacion en generación. Quizás las escuchamos de nuestras abuelas y nuestros padres las repitieron. Y es que la idea de la renovación demuestra nuestras costumbres prehispánicas actualmente. Por ejemplo, la limpieza de nuestro hogar y barrer la casa en el fin de año nos remonta al pensamiento de las culturas prehispánicas. Además de realizar rituales donde se renovaba el fuego, nuestras culturas antiguas limpiaban con el fin de sacar las malas energías y los pecados del pueblo, y así recibir las bendiciones de los dioses.