El Día de Muertos es una celebración ancestral que fusiona tradiciones indígenas y católicas, convirtiéndose en una de las festividades más representativas de México. Una de las costumbres más arraigadas es la elaboración del altar u ofrenda de día de muertos para honrar a nuestros difuntos. Pero, ¿cuándo es el momento preciso para comenzar a construir estos espacios sagrados? En este artículo, te guiaremos a través de las fechas clave y el significado detrás de esta hermosa tradición.
El significado del altar de día de muertos
El altar de muertos es mucho más que una simple decoración. Es un espacio sagrado donde se recibe a las almas de nuestros seres queridos que han partido. A través de la ofrenda, se establece una conexión entre el mundo de los vivos y el de los muertos, creando un puente para que las almas puedan visitarnos y disfrutar de los alimentos, bebidas y objetos que más les gustaban en vida.
¿Cuándo comenzar la ofrenda de día de muertos?
Si bien el Día de Muertos se celebra oficialmente el 1 y 2 de noviembre, la tradición marca que la preparación del altar debe comenzar unos días antes. De acuerdo con las creencias populares, las almas comienzan a llegar desde el 27 de octubre, por lo que es importante tener todo listo para recibirlas.
Calendario de arribo de las almas
- 27 de octubre: Se cree que en esta fecha llegan las almas de los niños que murieron sin ser bautizados y de aquellos que fallecieron de manera violenta.
- 28 de octubre: Las almas de quienes se quitaron la vida llegan en busca de consuelo y paz.
- 29 y 30 de octubre: Es el turno de las almas de quienes fallecieron ahogados o en accidentes.
- 1 de noviembre: Día de Todos los Santos
- Dedicado a los niños difuntos.
- Se colocan juguetes, dulces y objetos que les gustaban en vida.
- 2 de noviembre: Día de los Fieles Difuntos
- Dedicado a recordar a todos nuestros seres queridos adultos.
- Se incluyen fotografías, objetos personales y sus alimentos favoritos.
Elementos indispensables en la ofrenda de día de muertos
- Fotografía del difunto: Es el elemento central del altar.
- Calaveras de azúcar: Simbolizan la muerte de una manera dulce y festiva.
- Pan de muerto: Un pan dulce tradicional con formas que representan huesos y cráneos.
- Flores de cempasúchil: Guían a las almas hacia el altar con su intenso aroma y color.
- Velas: Iluminan el camino de los difuntos y simbolizan la esperanza.
- Agua: Para que las almas puedan calmar su sed después de un largo viaje.
- Comida y bebida: Los platillos favoritos del difunto, así como sus bebidas preferidas.
- Papel picado: Adorna el altar y representa el viento.
- Incienso: Purifica el ambiente y crea una atmósfera espiritual.
- Objetos personales: Recuerdos que evoquen la vida del difunto.
El altar de muertos es una expresión de amor, respeto y memoria hacia nuestros seres queridos que han partido. Al seguir las tradiciones y costumbres ancestrales, podemos crear un espacio sagrado donde las almas puedan sentirse bienvenidas y acompañadas.