“Todo cabe en un bolillo sabiéndolo acomodar”, o bueno, tal vez así no vaya el dicho popular, pero para ser francos, este objeto gastronómico es tan versátil que ha servido para meterle un sinfín de ingredientes.
Esta lista es solo una prueba de lo más usual que las personas meten dentro de esa corteza crujiente, chécala y dinos cuál es tu favorito.
Guajolota
Sopa de fideo
Un sabor que nuestros antepasados conocen muy bien, el almidón que se encuentra en el fideo ayuda a que la sopa se cuaje después de refrigerarse y permite que sea más fácil utilizarla como relleno de un bolillo, de preferencia, recién hecho.
¿Eso de adentro es helado? ¿Eso de afuera es bolillo? Qué curiosita es la gastronomía de la CDMX. pic.twitter.com/6eejTH08Yz
— Taquería Björk (@dinosaureo) March 25, 2017
Helado
Es otro de los mejores ejemplos para demostrar la versatilidad de este pan. De cierta manera, nuestros antepasados ya conocían la capacidad térmica del bolillo que, en este caso, permite que el helado aguante el tiempo necesario para comerse a gusto sin derretirse. Quizá ese fue el primer antecedente del famoso sándwich helado.
Plátano
Lo he escuchado mucho, pero para ser francos nunca me he atrevido a probarlo, los que saben, dicen que es un almuerzo eficaz, infantil y directo. ¿Qué más se puede pedir? Un bolillo lleno de potasio.
Chilaquiles
Es sublime, así de fácil, esta mezcla de salsa, tortilla, queso, crema, cebolla y pollo, metida en un pan, es una mezcla casi de cajón, sobre todo en el horario matutino, ¿a poco no?
‘Chilangos’ crean el ‘boliesquite’ y causan polémica en redes https://t.co/ZiZkbENqCA pic.twitter.com/DYI6uzEY1H
— INFO7 (@info7mty) December 26, 2019
Esquites
Una de las novedades culinarias que involucran a nuestro querido bolillo es el boliesquite, una combinación que ha dividido opiniones porque a pesar que aquí no uses vaso de unicel y hasta la cucharita de plástico.