¿Sabes dónde nació el albur? ¡Ahí te va!

¿A quién tenemos que agradecerle haber creado el albur, ese lenguaje que sirve para hacer amistades, fortalecerlas y tirarles un poco de carrilla?

Alguna vez te has preguntado cuál es su origen. Esta comunicación con doble sentido y picardía tiene tres posibles orígenes y claro, cada sitio defiende haber sido su cuna.

Un estudio realizado por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, señala que data de la época de los obreros alfareros aztecas, quienes crearon en náhuatl un lenguaje con clave para entenderse entre ellos.

Lo hacían con el fin de que sus patrones no se enteraran cuando una pieza se rompía o quedaba mal, ya que los castigos eran crueles.

Sin especificar fechas y teniendo como referencia a los aztecas, una de las teorías dice que nació en la época colonial y era usado por mineros de Pachuca, Hidalgo; el mismo texto de la UAEH lo confirma.

Sergio Corona, actor y comediante mexicano, comentó en el Primer Encuentro Estatal de Albures en 2013, que Mineral del Monte, también en Hidalgo, fue el lugar exacto del nacimiento del albur.

A finales del siglo XIX se comenzó a expandir y ya podía escucharse en la zona central de México, principalmente en áreas de bajos recursos.

¡Pero no contaban con Tepito! Esta zona de la Ciudad de México, también levantó la mano para adjudicarse el nacimiento del albur.

Matador Network realizó un reportaje llamado “La historia del albur, el lenguaje sexual mexicano que descoloca a los extranjeros”, donde respalda que el doble sentido es de ahí.

Por la naturaleza brava del barrio, se dice que el abur nació ahí por la ideología de la gente de salir adelante, pelear la vida siempre y no dejarse de nadie, situaciones que se reflejaron en el lenguaje, explica la publicación.

Incluso, Tepito se jacta de haber tenido a la campeona nacional de albures, Lourdes Ruiz, oriunda del barrio.

¿Aztecas albureros o bravos chilangos? He ahí el dilema…

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