Si bien no tiene el glamour de las grandes avenidas turísticas ni acapara las miradas de los transeúntes durante el día, la Calle Regina cobra vida cuando empieza a caer la noche.
Ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México, tiene una apariencia diferente a las otras calles cuadriculadas que la rodean, sus 18 edificios siguen una curvatura poco vista en la capital.
En los primeros años de la ciudad, quedó a las afueras de la hoy CDMX y eso la convirtió en un callejón oscuro y peligroso, con casas sucias y comercios chuecos, pero con el paso de los años eso fue cambiando.
Este corredor era conocido como la Calle de los Mosquitos y escondía un palenque que data desde el siglo XVI, al que los amantes de las peleas de gallos acudían con regularidad.
Sus antiguas casonas, la iglesia y convento de Regina Coelli; la plaza de Sor Juana, y el convento de San Jerónimo, además de adornar el pasaje, guardan personajes y leyendas, como la figura de Nuestra Señora de la Fuente, de la que se decía tenía el poder de quitar la ceguera a las personas invidentes.
Este toque histórico, misterioso y cultural son el complemento perfecto para que pases un momento agradable entre amigos o tu pareja, ya que, como dijimos, la Calle Regina se despierta tarde.
Aquí encontrarás muchos locales para comer, beber y bailar. Sitios para comer tacos, hamburguesas, cocina internacional, entre otras, y bares con oferta nacional y extranjera.
La vida del corredor inicia alrededor de las 6 pm hasta que se vaya el último cliente.