Todo sucedió el 8 de septiembre de 1968 en el estado de Jalisco. Cientos de personas llegaron al Lago de Chapala para ver algo fuera de lo común,. Los periódicos de Jalisco publicaron la noticia, pero la gente no lo creía, por eso fueron hasta el lago para comprobar el hecho.
No era broma. El legendario Vocho se enfrentaba a una de las pruebas más duras desde su hasta ese entonces corta vida (1967), para demostrar su resistencia al agua, ver si podía flotar sin tener alguna falla y de paso, cerrar algunas ventas.
Para lograrlo, los técnicos de la empresa alemana lo acondicionaron para convertirlo en un anfibio; le sellaron el chasis, blindaron el motor y la transmisión, le adaptaron una propala de lancha y le colocaron un escape más grande para que no se le filtrara el agua por el tubo.
Antes del gran acontecimiento en el Lago de Chapala, el “Vochomóvil” fue probado en un estanque colocado en las instalaciones de Volkswagen y luego en el Parque Ávila Camacho.
Llegó el día y el vochito fue puesto en el agua para emprender su viaje. Durante el recorrido a través de los 24 kilómetros, acompañaron al chofer un técnico, un buzo y embarcaciones por si necesitaba algún auxilio.
Afortunadamente fueron simples espectadores, ya que todo salió muy bien en las tres horas que estuvo el auto navegando.