¡Qué bonito es el albur mexicano! Bien podría ser candidato a convertirse en patrimonio de la humanidad o algo así.
Lo cierto es que es una práctica muy arraigada en nuestro país, pero ojo, no es para cualquiera; se requieren de ciertas características lingüísticas y mentales para aprenderlo.
Para que te adentres más en este tema y lo entiendas un poco más, la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo realizó una investigación profunda sobre este arte llamada Consomé Costecho: La receta del albur, lenguaje popular mexicano.
Los objetivos de esta investigación son conocer si el albur puede degradar el español mexicano, si las personas que los dicen tienen un bagaje cultural bajo y, sobre todo, si es cierto que el albur es exclusivo de sectores sociales marginados.
Este trabajo es sin duda, uno de los más completos que se ha hecho sobre el tema, en el que se destaca que enaltece la actividad cerebral a pesar de ser visto aún como un tabú, al tiempo que amplía el vocabulario de quien lo habla.
Acá el trabajo: Consomé Costecho: La receta del albur, lenguaje popular mexicano.