Ésta frase fue emitida con el humor que tenía Estela Ruíz Velázquez, la tehuana protagonista del billete de 10 pesos que se lanzó mientras gobernaba Lázaro Cárdenas.
La imagen de Estela con el traje típico tehuano se convirtió en el rostro del papel moneda durante casi cuarenta años, que en su reverso se puede apreciar una imagen panorámica de Guanajuato en 1828.
Ruiz, originaria del pueblo Jalapa del Marqués, en el istmo de Tehuantepec, Oaxaca, nació en una familia tradicional; sus padres fueron Paulino Ruiz y Enriqueta Velázquez, quienes procrearon 10 hijos.
La familia se mudó a la Ciudad de México, Estela comenzó sus estudios y años después se convirtió en profesora de educación física, laboró como docente en el primer internado de señoritas indígenas, La Casa del Estudiante Indígena.
Durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas se promovió la implementación de imágenes propias de la cultura y riqueza nacional en los billetes mexicanos, por lo que se organizó un concurso de trajes regionales en 1936.
Todas las concursantes eran provenientes del Istmo y, según las reglas, debían estar ataviadas con el traje típico de tehuana. Curiosamente durante el certamen fueron seleccionadas entre las 5 finalistas, Estela y 2 de sus hermanas, Elvia y Flérida, sus imágenes fueron presentadas a la Casa de Moneda de México para la selección final.
Estela Ruiz Velázquez fue una mujer que vivió de su trabajo y pasión: la educación. Murió a los 92 años de edad, en abril de 2004.