Si vives en la llamada CDMX o si has venido de paseo, es muy probable que hayas visto, o incluso visitado, el Teatro de los Insurgentes, el cual posee una fachada adornada por el mural de Diego Rivera.
Así es, en la colonia San José Insurgentes, sobre la calle más larga de todo el mundo, se desdobla este recinto cuya construcción fue responsable Alejandro Prieto, quien la culminó en 1953.
Cabe mencionar, que la primera puesta en escena que se presentó fue Yo Colón de Alfredo Robledo y Carlos León, dirigida por Ernesto Finance y protagonizada por Mario Moreno “Cantinflas”, quien aparece plasmado en el mural que adorna la fachada de este singular espacio.
El mural es una pieza de Diego Rivera de 46 x 10 metros, y algo curioso de esta pintura, es que su nombre se desconoce. Varios historiadores del arte sugieren nombres como Teatro Histórico, Los Insurgentes y Teatro en México.
Sin importar su título, es un hecho que el mural busca ser un tributo al nombre del recinto, pues narra tanto la historia de los Insurgentes y del teatro en México.
La pintura está hecha con material sintético, con la técnica de aplanado seco, para que fuera cubierta con losas de mosaico de vidrio que fueron trabajadas en los talleres de mosaicos de Italia.
De izquierda a derecha, el mural primero plasma personajes de la Independencia de México, como Miguel Hidalgo y Costilla y José María Morelos y Pavón. Luego, las imágenes van avanzando a escenas de baile y obras de teatro.
Debajo de esta ambivalente situación, se leen dos cifras: “1000000 x 9000” y “20,000000”. Rivera escribió estos números para dar a conocer que en aquella época, en México existían alrededor de 9 mil millonarios y 20 millones de pobres.
Colores y figuras integran esta maravillosa obra, una fachada icónica que aloja un maravilloso recinto y que es testigo del desarrollo de esta urbe.
Por: Miguel Angel Romero