Los mejores albures de La Reina del Albur, Lourdes Ruiz, figura legendaria en Tepito, Ciudad de México y famosa por su ingenio y picardía, han conquistado a miles y aquí los tenemos.
En este artículo, te traemos una selección de sus mejores albures, para que aprendas el arte del albur y domines este juego de palabras rasposas:
Los mejores albures de la reina del albur
1. Para presumir de mercancía:
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“¿Qué talla, qué talla? ¿A qué talla sí, claro? ¿Y qué te responden? No, algunas gentes quieren talla grande. Ah, mira qué bien, eh. Otros este… pues no, no. Ni siquiera voltean a verme. Un pajarito al volar fue a tu casa desde el centro. ¡Qué contenta has de estar con el pajarito adentro!”
2. Para coquetear con estilo:
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“Cuando eras policía bien que lucías tu pito, y ahora que pasa el tiempo no lo muestras ni un ratito.”
3. Para responder con ingenio:
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“No te me bajes del banco ni se te caliente el ojo, ya ves que de día soy manco y de nochecita cojo.”
4. Para poner a prueba la astucia del contrincante:
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“Te presto mi bicicleta, pero no la andes por ahí presumiendo, porque luego me la vas a querer regresar con más kilómetros que un taxi.”
5. Para rematar con broche de oro:
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“No es verdad que soy poeta, ni en el aire las compongo, pero aviéntame tus nalgas y verás cómo te pongo.”
Recuerda: El albur es un juego de palabras que debe usarse con respeto y humor. ¡No te lo tomes personal si te alburean, y diviértete con este ingenioso intercambio de frases rasposas!
Si quieres aprender más de la reina del albur y sus técnicas:
- Echa un vistazo al libro de Lourdes Ruiz: “Cada que te veo, palpito: Guía básica (y unisex) para alburear”
- Disfruta de las entrevistas y talleres de La Reina del Albur en plataformas como YouTube.
- Practica el albur con amigos y familiares, siempre con buen humor y respeto.
Los albures de todo tipo de tamaños y sabores
Lo especial del este arte mexicano es que se ajusta a nuestra lengua. Así es, a todas las posibles configuraciones de nuestro idioma. Los juegos con las sílabas y los dobles sentidos son las herramientas básicas para alburear con estilo y diversidad.
En los juegos con sílabas resultan varias lecturas e interpretaciones. Un ejemplo es decir “techo blanco“, para realmente utilizar el verbo y referirnos al semen. Otro parecido, esta vez pensando en el doble sentido, es uno clásico “Si sientes feo cuando me voy, ¿qué sientes cuando me vengo?”. En este albur, en lugar de pensar en los ires y venires, al final también se hace la referencia a la eyaculación.
¡Anímate a explorar el arte del albur con los mejores albures de La Reina del Albur y conviértete en un maestro de las palabras chidas!