Si algo nos caracteriza a los mexicanos es el gusto por añadirle picante a casi cualquier preparación pues, como se dice coloquialmente, “si no pica, no sabe”.
Es por eso que si eres de los que no puede comer sin que los platillos piquen, te alegrará saber que consumirlos de esta forma representa un aspecto positivo para tu organismo:
– Ayuda a mantener un peso equilibrado
Un artículo publicado en el portal del Instituto Mexicano del Seguro Social menciona que el consumo de chile, en su presentación natural, aporta un alto valor de vitamina A y vitamina C. Además de tener un bajo contenido de calorías, tiene también efectos positivos en la microbiota intestinal, asociada al sobrepeso y obesidad.
– Aumenta los niveles de serotonina
La serotonina, mejor conocida como “la hormona de la felicidad”, es producida de manera natural y automática por el cuerpo. El IMSS recopiló testimonios de expertos que sugieren que el chile y picante generan una sensación de bienestar que se ve reflejado en el estado anímico, razón por la que hay quienes experimentan cierta satisfacción al consumir comidas con alto grado de picor.
– Favorece la digestión y salud intestinal
Mejoran la digestión, sobre todo si se trata de sus presentaciones naturales, ya que no pierde intensidad ninguno de sus activos. A estos beneficios se le suma el hecho de que la comida picante incluso puede influir en la prevención de úlceras, contrario a lo que podría pensarse de un irritante.
– Contribuye a mantener los niveles de glucosa saludables
La capsaicina que contiene el picante funciona también como un regulador natural de los niveles de azúcar en la sangre, siendo beneficiosa para las personas diabéticas, principalmente. De esta manera, la comida picante consumida regularmente influye en la acción de la insulina, evitando los abruptos incrementos conocidos como “subida de azúcar”.
– Mejora la salud cardiovascular y fortalece el corazón
En un estudio realizado por la revista del Colegio Americano de Cardiología se observó que, en una muestra de 23 mil participantes, aquellos que consumían alimentos con chile y especias con una regularidad de al menos cuatro veces a la semana presentaban una tendencia menor a padecer enfermedades cardiovasculares, reduciendo en un aproximado de 40% la probabilidad de sufrir un infarto.