Por Manolo RoCa Raymundo Solano Merino, “Raysome”, como le gusta que le digan, vive en Atlixco, Puebla, vende verduras en el mercado, dice que fue el más tomador del pueblo y recomienda el aguacate como afrodisiaco. Cada que habla, no deja espacio para sonreír, y si se trata de demostrar su actitud de empuje ante la vida, lo confirmó con la llegada de la pandemia por el Covid19 cuando decidió compartir con la gente algo que le hace muy feliz y que creyó era una buena medicina para atacar el otro mal que acompañaba al virus asiático: el susto, el miedo… sí, se puso a darle alegría a turistas y atlixquense poniendo un poco de música… pero de acetato. Con solo sentarte a su lado y escuchar su forma de ver y sentir la vida te quita telarañas de la cabeza, te muestra lo maravillosa que puede ser la vida, a pesar de situaciones que están fuera de tu control, como las desiciones de encierro de los gobiernos, como el incontenible crecimiento de contagios de un virus desconocido y todas esas cosas que simplemente llegan a tu vida sin preveerlo. “Raysome” no solo me platicó su experiencia con la música, también me reveló algunas cuestiones muy humanas, muy cotidianas que lo hacen un ser humano común, pero con soluciones muy peculiares: la música. Conócelo y si te late, apoya la propuesta de este mexicano que no se agacha y que le demostró al mundo que siempre, siempre se vale y se puede vivir plenamente.