Vayan preparando el guion para la película sobre María Carillo, una inmigrante mexicana que llegó a Estados Unidos hace 30 para trabajar limpiando casas y poner su negocio.
Y es que la historia que les contaremos a continuación es digna de ello. María salió a pasear a sus perros y le llamó la atención una bolsa que estaba tirada en el suelo.
Se acercó a ella, la recogió y al notar que estaba pesada decidió abrirla para ver qué contenía. Cuál fue su sorpresa que dentro de ella se asomaba un objeto brillante de entre las envolturas de hamburguesas y cajas vacías de papas fritas.
¡Se trataba de una medalla de oro de los pasados Juegos Olímpicos Tokio 2020! La mujer mexicana pensaba que era “chafa” y tras consultarlo con un policía de su confianza, cayó en cuenta que era original.
Jordyn Poulter, jugadora del equipo de voleibol femenino de Estados Unidos en 2020 y campeona olímpica, reportó el robo de su medalla el pasado 25 de mayo en Anaheim.
Al conocer el reporte de robo hecho por la atleta, María, quien trabaja como contadora en esa ciudad de California, no dudó en buscar la manera de regresarle la presea a Poulter.
“Queríamos hacer lo correcto y devolvérsela a esta joven atleta que había trabajado gran parte de su vida para competir en los Juegos Olímpicos y ganar una medalla de oro. Yo sé lo que es trabajar duro por un sueño”, dijo la paisana.
Cuando Jordyn Poulter regresó a Anaheim, fue a recuperar su medalla y dijo que piensa agradecerles a María y su esposo en persona y recompensarlos con mil dólares por su buena acción.