Todos recordamos que nuestra abuelitas o mamás siempre nos daban un bolillo para el susto, cada vez que experimentábamos esta sensación.
Pero te has puesto a pensar, ¿realmente sirve? En algunas ocasiones, el susto puede provocar el aumento de jugos gástricos en el estómago.
Algunos pueblos indígenas usaban hierbas y alcohol para aminorar este repentino estado, pero tiempo después se empezaron a usar alimentos como el pan para asentar la panza.
Aquí es donde entra el fabuloso bolillo. Si bien esta increíble pieza de pan no quita el susto, sí ayuda a aminorar los efectos en el estómago.
Este curioso remedio ya se convirtió en una popular tradición mexicana que ha ido de generación en generación. Aunque no estaría mal echarle unos chilaquiles o un tamal en medio para que “amarre” más el susto, ¿no? Digo…