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Frases inmortales de las mamás mexicanas

Por Daniel Ramírez

Como mamá no hay dos y si es mexicana, menos. La madre mexa tiene infinidad de características que la hace diferente a las del resto del mundo.

Y algo que las hace únicas son sus frases inmortales, esas que solo ellas pueden decir en el momento justo y que siempre llevan una enseñanza… o advertencia, según sea el caso:

Te dejamos algunas a modo de homenaje a nuestras mamás en este 10 de mayo:

“No te levantas hasta que no hayas terminado de comer”

Las mamás siempre se preocupan por tu alimentación y con esta amable frase hasta se nos abre el apetito. De esta se puede desprender la siempre célebre: “Aquí no es restaurante, te comes lo que hay”.

Si yo lo encuentro, ¿qué te hago?

Aquí nos preguntamos, ¿es maga, bruja o qué? Cuando buscamos algo nunca lo encontramos, pero basta la sola presencia de mamá para que encuentre lo que sea.

¿Quieres la chancla?

Esta frase y el famoso artefacto de intimidación bien podrían ser patrimonio cultural de la humanidad. No hay mamá que no la haya pronunciado, va de generación en generación.

¡Lúcete, lúcete! En la casa vas a ver.

Suelen usarla en reuniones familiares para aplacarnos y evitar que hagamos un numerito. Sabemos que ya valimos cuando lleguemos a la casa.

Si te portas mal, los Reyes Magos no te van a traer nada.

De las creadoras de “diosito te está viendo y no te traerá nada en navidad” y “A mí me puedes engañar, pero a diosito no”, llega la frase más temida por los niños.

Todavía no sabes ni lavarte los calzones y ya quieres tener novio/a”

Esta es pura superación personal. En el fondo lo hacen por nuestro bien, para no quedar mal ante nuestra futura pareja.

¡Te pedí cilantro, no perejil!

Hay estudios que demuestran que ha afectado psicológicamente a millones de niños mexicanos. (Hasta la fecha algunos adultos no distinguimos entre uno y otro)

¿Qué, a tus amigos no los quieren en su casa?

Nos la suelen decir en voz baja, pero casi siempre nuestros amiguitos la escuchan. No lo hacen de mala onda, pero de ahí se desprende la mítica “¿a poco tú te la pasas metido en su casa, sus papás no le dicen nada?”.

Síguele y te voy a dar más para que con provecho llores.

Remedio infalible para aplacar el llanto… más nos vale si no, nos va peor.

Ya lava/tira esos tenis, pareces vagabundo

Un rayón, una mancha, un agujero o un salpicón de lodo en los tenis, para nuestras madres es sinónimo de “ya no sirven”. Pasamos de ser un niño bien a una persona de la calle. “Nunca vas a ser un niño de sociedad”, bien podrían completar con otra de sus frases.

Si fulano se avienta de un puente, ¿tú también?

Otra de pura enseñanza: decide por ti mismo, no seas borrego. Las mamás solo quieren lo mejor para nosotros.

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